No le tengo miedo a la muerte sino al morir. Pasar de la claridad a la noche eterna. La amenaza de los años me encuentra y me encontrará sin miedo, siempre que este paso sea rápido. Quiero irme como tantos héroes sin gloria. Los que "nunca mintieron ni adularonn y con la verdad de compañera se hicieron hombres libres, siendo esclavos. Trabajar y esperar, y al fín hermanos."
He conocido el triunfo y la derrota y a estos dos impostores he tratado de la misma forma porque mi cabeza ensangretada ha permanecido erguida... Y aún esclavo me he sentido bravo. Pero me asusta la muerte lenta, la que acaba con tu vida y con los tuyos. Un manotazo duro, un golpe helado, un empujón brutal aunque esperado, que la montaña sigue siendo agreste y pesan mucho mis años. No más Nochesbuenas cuando te espera cerca la oscuridad de la Noche eterna. A ese paso, a ese transitar no le tengo miedo, es natural. Si le tengo miedo a que mis piernas, un día digan: Hasta aquí hemos llegado. Y tu mires alrededor y les contestes: Pues aquí nos quedamos.
Y quizás entonces recuerdes: Eres Mukoki y el Viejo Sabio te lo predijo:
-Ahí tienes tu Bosque y tu Oso.
-Es cierto.Soy el capitán de mi alma.
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