Había un interés especial en oir el mensaje Navideño de S.M. el Rey. El pueblo español con un elevado porcentaje de cotillas quería adivinar si detrás de las palabras del Monarca se ocultaban Reales enfados como en la Navidad anterior y como quedaba reestructurada la familia, en fin, un mensaje distinto. ¿Y la familia? ¿Qué tal? ¿Sigue todo tan Borbónico? Etc, etc. Nada dijo el Rey que no hubiese repetido, por activa y por pasiva, su Primer Ministro, la novedad fue verlo sentado al borde de su mesa de trabajo diario creo que intentando que lo sintieramos más cercano. Solo puedo hablar por mí pero ese intento de colegueo no resultó.
Si el Rey entra en mi casa no lo siento al borde de una mesa, a menos que la última operación se base en que sea la rabadilla quien aguante el peso. Si soy yo el invitado me gustaría que me recibiese como recibe a los embajadores, jodido pero en pie. Y debíamos ser muchos los invitados por los cambios de orientación de su mirada. Ahora mirada al frente; ahora mirada a su derecha. Desconozco quien fue el encargado del montaje pero yo le pondría un cero patatero.
¿Como piensa montar la recepción de la Pascua Militar? ¿Otra mesa que quitara toda la solemnidad del Acto? ¿O como son compañeros una mesa camilla con su braserito y todo? Por favor, un respeto, ¡que es el Rey!
Una cosa quedó bien clara para mí, estamos pasando momentos dificiles pero los planos de medio cuerpo de S.M. confirmaron que tenemos un Rey con un par de huevos...
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