… ¡Franco, vuelve
aunque sea de Cabo! Véase el anexo.
Profesión: Militar con
graduación de Generalísimo.
Edad: 125 años, pero en
plena forma física.
Y resulta que con esta
edad los españoles pretenden sacarme de mi tumba. A mí, que tengo a mi
disposición un valle entero, una cruz altísima y un cuidado exquisito. Los
españoles son un pueblo de difícil dirección pero yo he demostrado a lo largo
de los años que sabía dirigirlo y darle lo que más ansiaba, unidad y prestigio
ante el mundo árabe. Entiendo que muchos
españoles me recuerden, pues fui yo quien los trajo a la España rota de 1936. Y
ahora una mínima parte de árabes atenta con crueldad y cobardía, pero ya no son
los míos, lo que yo llamé y que una vez conseguida la victoria formaron la
Guardia Mora a Caballo para protegerme.
Lástima que pasado unos años la mencionada Guardia fue disuelta y
reexpedida a su país de origen donde encontraron inmediato empleo a las puertas
de las fábricas formando cuadrillas de camalos. Visto lo cual está claro que
los españoles siguen siendo un pueblo sin otros ideales que fastidia a otros
españoles. Ahora mismo aparte de ser mentalmente inactivos, han llenado el
espacio político con una mesa de negociación proyihadista y antiyihadista. Y
aquí es donde pienso que podría encontrar para mí un trabajo en el que se
exigiese capacidad de decisión y neutralidad, que me pondría en condiciones de
reclamar el Pazo de Meirás. No discutiríamos sobre el sueldo. Con el pago
debido a mis condecoraciones viviría como Dios. Es por todo ello que pido el
reingreso en el glorioso Ejército Español. Pero todo con tiempo, conociendo que
han permanecido 600 años llevando el mando en los Reinos Españoles y dando
lugar a los Reinos de Taifa. Por lo
tanto suplico que se estudie a fondo mi petición para mi vuelta.
“Caballeros
de Franco, si su ejemplo nos prende, que la vida es camino y vivir es caminar.
Continuemos sus pasos mientras Dios nos encienda en la frente una estrella y en
la boca un cantar.”