Eramos distintos y mejores . Eramos sensibles . Había boleros para todos los gustos y ocasiones. Y que manera de tan suave de transmitir un mensaje.
-Madrecita del alma querida...
-¡Que dolor el del vocalista , el bardo , que cantaba en las fiestas donde estaba su amor y la niña que no sabía nada con otro se casó...
- Y los padres que no querian saber nada de las relaciones de sus respectivos hijos -dicen que son amoríos sin frio ni calor.
Y simplemente,ver llover, te hacía buscar ,entre las gotas de agua a tu amor.
Se amaba de otra maneras , eramos distintos aunque en el fondo eramos iguales. Nos dabamos el uno al otro , no habia corazones alquilados y si los hubiera, ahi surgía el bolero reparador de un mal amor.
Y noches largas almohadas frias no tenian ocasión de nacer...
Todo esto puede parecer una cursilería pero los que lo vivimos fuimos y somos verdaderos hombres y mujeres. Con amor , con pasión , con tanta pasión que aún la recordamos con un martilleo en el corazón.
Habia tiempo de espera, impacientes miradas al reloj que te robaba minutos de estar con ella
-Reloj no marques la horas por que voy a enloquecer ,ella se irá para siempre
cuando amanezca otra vez.....
Los jovenes de aquella época queriamos bailar abrazados ,llegar al momento magico de juntar las mejillas y oler el perfume que ella desprendía y ponía realidad en aquel momento mágico.
Han pasado años,muchos para todo y pocos para algo.
Recientemente,en las horas previas a una operación le pe dí a mi mujer:
-¿Bailamos?
Y en aquella habitacion de hospital nos abrazamos y mejilla con mejilla, sin palabras, le agradecí cincuenta años de felicidad. Y con el olor de su perfume entré al quirófano sabiendo que ella me esperaría en la salida.
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