LA CARACOLA Y EL JAZZ

                       LA  CARACOLA  Y  EL  JAZZ

                                                                             4 de julio de 2.014

Tras recuperar el sonido del mar gracias a la caracola que me envió un amigo desde Larache mi despertar mañanero es agradable pués lo primero que hago es cogerla, pegármela al oído y  recibir el abrazo de la vida ,que como las olas vá y viene trayéndome sobre todo recuerdos agradables e inolvidables .¿Como olvidar el alfabeto griego con que ,sobre la arena mojada ,iba escribiendo el nombre de mis hijos como si se tratara de una  clave secreta….alfa ,beta ,gamma…..epsilon…Después la vida me llevó a mares de encinas ,inmóviles ,enraizadas ,severas. Calladas. Entonces se despertó en mi la afición por el Jazz ,por poner al bosque un sonido casi sacramental, triste o reconfortante según cada momento, una lágrima de saxo o el alarido salvaje de una trompeta. …y el golpear de las notas caídas de un piano tocadas por un triste pianista que se sentaba de espaldas a mí. Creo que tengo una magnifica colección de música y pequeñas orquesta con figuras de resina que recuerdan momentos viajeros….pero sé también que no tengo tiempo para volver a escucharlas, por eso de vez en cuando tomo la figura de Louis Armstrong,a quien mi nieto le llama “Tito Luis”, y la acaricio….Luego miro un poster de Hope, el “Boulevard de los sueños rotos,” en que aparecen Bogart, James Dean, Presley ,Marilyn en la barra de un bar y que espero que una mano cariñosa introduzca en mi ataúd o pira.

Hoy tendría que hablar del contable que surgió del frio para terminar de congelar un proceso, pero desisto. El papel lo aguanta todo ,lo sé, pero mis amigos no me perdonarían  que en el recuerdo los mezclaran con basuras…..