Es donde más se nota , los abrazos son distinto . Ahora nos conformamos son un suave toque en el brazo y un arqueamiento de ceja que lo dice todo, o al menos lo intenta , complicidad en el pensamiento ,sintonía de ideas. Un ¡estoy contigo! que tu no puedes entender y al final terminas preguntando ¿Qué le pasa a este ¿..Ya no hay abrazos efusivos, abrazos sinceros. Ahora son abrazos encogidos, que no abarcan cuerpos, que no transmiten nada, ,como si hubiesen miedos ocultos u oscuridades no compartidas pero que podrían exigir una aclaración no solicitada. Los recortes nos han quitado muchas cosas, una de ellas la conversación, si al preguntar : ¿Cómo estás? la respuesta obligatoria tuviera que ser: ¿y como quieres tú que esté yo?. .Tú y yo. Una disyuntiva no prevista. Un mal comienzo para una conversación en que no pensabas definirte y que ahora te obliga a mentir. Y los abrazos son encogidos por que tenemos miedo al miedo . Miedo al miedo de tener miedo. Miedo a tener que ser sincero . Por que no estamos seguros de nada . Por que el engaño vuelve a ser asignatura importante aunque se tuviese aprobada , ahora hay que ir por nota alta.
- Hay que unir a España a pesar de los españoles.
-” ¡Casi ná¡”
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